¿Dónde te diriges? El barco y el coaching
“Un barco que no ha decidido el puerto donde atracar, es un barco a la deriva” Y es que así se va por la vida. Sin un rumbo fijo, sin una meta marcada, sin un deseo por el que luchar, sin un sueño que perseguir. O puede que lo tengas, pero no haces nada por comenzar el camino.
Imagínate que vas en un barco del que tú llevas el timón. A tu espalda esa persona de confianza que siempre saca lo mejor de ti. Tu coach. Has comenzado un viaje que no sabes donde te llevará, y ni si quiera sabes si realmente quieres emprenderlo, pues la seguridad de la tierra conocida es muy atractiva. Tu coach te cuestiona sobre tus verdaderos motivos para dejar esa tierra conocida, te ayuda a que explores cuáles serán las habilidades que pondrás en práctica durante la navegación, te hará ver los recursos de los que dispones, y te hará sentir que tienes a alguien en quién apoyarte cuando el barco se vea golpeado por las olas y el frío te cale los huesos.
Comienzas el camino rumbo a ninguna parte. Sí, ninguna parte porque no sabes dónde vas. Sólo sabes que tienes que ir, algo dentro de ti te impulsa. El mar es inmenso y no ves tierra, no ves dónde se encuentra tu puerto, tu meta. La incertidumbre te hace dudar, y deseas volver ante el miedo a perderte en la inmensidad de posibilidades que te ofrece el mar. Es el momento en el que tu coach te ayuda a que tomes conciencia de los recursos de los que dispones. Al mismo tiempo te pide que visualices cómo es ese puerto al que tanto deseas llegar. Con esta ayuda puedes sentir que dispones de los recursos que hacen falta para alcanzar lo que deseas; puedes observar como cuentas con tu tripulación, con las estrellas, con el viento y tu brújula, para llegar a tu puerto; y escuchas como todo eso se une para alcanzar tu objetivo.
Ya tienes el rumbo. Combates con fuerza contra las tempestades porque confías en ti, y en la calma venidera. Las miradas a tu coach tan solo son de confirmación de su presencia, sin embargo ya sabes cómo enfrentarte a las tempestades, y con seguridad, y confianza, te diriges a tu sueño.
Ya casi puedes tocar la primera piedra del espigón de tu puerto. Tu coach te cuestionará si es realmente el lugar donde querías llegar. Tras tu confirmación, verás cómo tu coach se aleja en una barca para dejar que ese momento de atracar en el puerto de tus sueños lo vivas con el reconocimiento de: que tú has sido el único que decidió partir, tú combatiste contra las tempestades y tú conseguiste llegar.
Eso es un proceso de coaching, un viaje en barco donde un coach te apoya para que tu cojas el timón de tu vida y llegues al puerto que desees llegar.
¿Dónde te diriges? ¿Te ayudamos?
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