Coaching Deportivo
El coaching deportivo es una especialización del propio coaching. Tanto el coaching empresarial como el
personal posteriormente, deben su nacimiento al surgir de esta técnica en los equipos de Estados Unidos, en las décadas de los 50 y 60.
El coaching deportivo se vale de un diálogo eficaz y transformador para el desarrollo personal y del talento deportivo. Pudiéndose aplicar al deportista, al entrenador, al directivo, etc). Este proceso está constituido por la escucha activa, comprensión y la realización de preguntas poderosas por parte del coach. Esto ayudará al coachee en su autoconocimiento y puesta en acción a través del aprendizaje, teniendo como resultado el logro de sus objetivos y mejora del bien estar.
Debido a que los deportes se están acercando a niveles elevados de excelencia técnica y táctica, las distancias entre el logro de los objetivos fijados por los deportistas y el quedarse “en el camino” es cada vez menor.
El deportista se encuentra ante un momento donde el margen de error es casi insignificante. La diferencia entre ganar o perder se ha convertido en apenas unas milésimas o unos milímetros. Siempre al borde de la fotofinish.
El resultado de esa fotofinish depende de gran cantidad de detalles. Detalles que van más allá del propio entrenamiento y que a simple vista parecen menores. Sin embargo, cuando se manifiestan en el desarrollo de la competición, y de forma negativa, echan por tierra el esfuerzo y el nivel alcanzado con los entrenamientos.
Detalles como la situación emocional son fundamentales a la hora de marcar la diferencia en esa fotofinish. Los miedo a ganar, miedo a una lesión, miedo a perder, etc. te pueden atenazar e impedir que desarrolles todo ese potencial que aflora cuando entrenas.
¿Para qué sirve el coaching deportivo?
Mientras que el deportista busca la condición física, la técnica y la táctica, el coaching deportivo le ayuda a su autoconocimiento, y que desarrollen capacidades de gestión de las emociones, así como capacidades inter e intrapersonales.
El aspecto táctico, técnico o físico, no están siempre detrás del “fracaso deportivo”. Un deportista o equipo en frecuente ocasiones no logran sus objetivos debido a que pensamientos y emociones no estaban alineados con esos objetivos, o por problemas dentro del equipo. Cuando se sale a competir es necesario tener en cuenta que estos factores juegan también su propio juego. Siendo esos enfrentamientos internos, ya sean a nivel personal o de equipo, claves en los posibles fracasos deportivos
A través del coaching deportivo el deportista o equipo puede desarrollar las siguientes capacidades:
- Autovaloración.
- Actitud positiva ante resultados adversos.
- Aumentar la capacidad de concentración y estar presente en el partido.
- Responder positivamente ante los eventos que ocurren, incluso los inesperados.
- Dominio y manejo de las emociones, en especial la ansiedad, el miedo y el stress.
- Dominio y manejo de los pensamientos negativos y limitantes.
- Manejo de la crítica, la desaprobación y el juicio externo.
- Visualizar y materializar los resultados deseados.
- Alinearse tras los objetivos.
- Aceptación de la diversidad dentro del equipo.
- Sinergia grupal (suma de energías).
- Aumentar el nivel de compromiso.
- Ser consciente del nivel de responsabilidad.
- Comunicación efectiva entre los integrantes.
- Alinear los intereses personales y grupales.
- Unidad de equipo: estar todos funcionando “en la misma frecuencia”.
- Conexión: saber qué va a hacer el otro, aunque esté improvisando.
Juan Manuel Castillo
Coach Profesional.
Tutor jefe de COANCO
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