El Coaching y los vendedores de humo.
𝙀𝙡 𝘾𝙤𝙖𝙘𝙝𝙞𝙣𝙜 𝙮 𝙡𝙤𝙨 𝙫𝙚𝙣𝙙𝙚𝙙𝙤𝙧𝙚𝙨 𝙙𝙚 𝙝𝙪𝙢𝙤. 𝙍𝙚𝙨𝙥𝙤𝙣𝙨𝙖𝙗𝙞𝙡𝙞𝙙𝙖𝙙 𝙮 𝙗𝙚𝙣𝙚𝙛𝙞𝙘𝙞𝙤𝙨 𝙙𝙚𝙡 𝘾𝙤𝙖𝙘𝙝𝙞𝙣𝙜 𝙋𝙧𝙤𝙛𝙚𝙨𝙞𝙤𝙣𝙖𝙡.
Hablando hace unos días con una persona y gran profesional a la que respeto profundamente me contaba que había “dejado el Coaching”, y lo pongo entre comillas, porque no me cabe ninguna duda de que lo seguirá haciendo en el desarrollo de su ejercicio profesional.
La cuestión es que me contaba que había dejado de ser profesional independiente para empezar a trabajar en una (afortunada) empresa que contará con sus servicios. Lo de afortunada empresa –es de mi cosecha- porque sin duda alguna se ha incorporado un buen activo.
Me argumentaba y con toda razón, que el Coaching, y vuelvo a entrecomillar, “se había desvirtuado mucho”, y le doy la razón, hemos pasado de no saber que era el Coaching, a encontrar Coaching de todos los tipos, realizado por personas -que en muchos casos ni siquiera tienen formación en Coaching-.
Es algo parecido a los que dan charlas de emprendimiento o como hacer un plan de empresa o desarrollar tu negocio, sin haberlo hecho, o ni tan siquiera haber sido “autónomos”.
El tema es que tú puedes poner en tu perfil profesional que eres Coach y nadie te va a pedir explicaciones.
Bueno eso no es del todo correcto, las personas inteligentes que contratan los servicios de un/a Coach verifican que el profesional del turno cumple con determinadas especificaciones o estándares. Las personas y profesionales que contratan un Coach por regla general son bastante inteligentes, a diferencia de los que en muchos casos los critican.
Pero como iba diciendo, un Coach Profesional Certificado es como todo, te puede gustar más o menos, pero al menos sabes que está “preparado”. No en vano, somos muchas las personas que cambiamos de médico, abogado o asesor fiscal cuando vemos que nuestras expectativas no se ven cubiertas.
El asunto es que desde hace muchos años (y siglos), y antes de que aparecieran los “Coaches” ha habido vendedores de moto, vendehumos y cantamañanas, que suelen ser primos hermanos de los meapilas, y parientes de aquellos que desde crecepelos a charlas motivaciones han vendido sus bondades y su sabiduría a diestro y siniestro, generalmente a cambio de un intercambio económico apoyado en un producto o servicio que te promete la gloria, o “un poco de pelo”.
Es fácil identificar a vendedores de humo que se suben a un escenario o se ponen ante un atril para soltar sus diatribas.
Suelen hablar rápido y ser chistosos e ingeniosos, eso hace que la gente se ría y lo pase bien. Y reconozco que hay algunos muy buenos (pocos) pero alguno hay. Aunque también están los que se creen graciosos, aunque hay alguno que la verdad, yo gracia, lo que se dice gracia no le pillo. Sin embargo, y como todo el mundo, “tienen su público”, y eso que cuentan la misma charla una y otra vez.
Un buen vendedor de motos y charlas motivacionales tiene que distraer el foco de lo que dice a través de su verborrea y humorística conferencia que por lo general suele estar vacía de fondo, que no de contenido –al fin y al cabo, hay que rellenar 45 minutos o una hora hablando-.
Y es que, lo siento mucho, una charla motivacional, es como la gaseosa, dura lo que dura.
Salvo honrosas excepciones que se apoyan en un trabajo posterior a dicha charla para asentar los conceptos y aspectos tratados. Trabajo que por otra parte se suele mantener en el tiempo más allá de la simple charla. ¡Ojo, que una buena charla no viene mal de vez en cuando!
Siguiendo con el método detector de vendemotos, podemos ver un síntoma claro en el hilo narrativo en el que se apoya –el susodicho- a veces apuntalado en el discurso argumentativo del Viaje del Héroe (podemos verlo en el Rey León o la Guerra de las Galaxias) aderezado con una pizca de sarcasmo, y psicología positiva -de esa que critican- y unas gotas de emoción que toque la fibra de la audiencia –eso es muy importante-
Y siempre, siempre, con frases rimbombantes que se graben en el auditorio para dejar huella y constancia de su marca personal. Porque mira que hay coaches que se dedican a la marca personal, a tener visibilidad en Linkedin, y/o cualquier otra red social (aunque de eso hablaré otro día).
De todas maneras, vende motos y fantasmas hay en todas las profesiones, así que tampoco nos vamos a rasgar las vestiduras.
Dicho lo cual, sigo siendo un romántico, y -como vengo haciendo desde el año 2007- seguiré defendiendo las virtudes y beneficios del Coaching, y continuaré insistiendo en la práctica responsable, ética y rigurosa de la profesión.
Y de verdad, -y con todo el cariño- si no sabes que hacer en un momento determinado de tu vida, o con tu proyecto profesional o empresa, habla con un Coach, “hay a patadas”, aunque si me permites el “consejo” (dicho con alevosía y premeditación) asegúrate de que esa persona tenga un cierto respaldo por ejemplo por una asociación de coaching profesional como por ejemplo ASESCO, y si no es así, que pueda acreditarte un bagaje o experiencia en el sector. Con internet y a nada que bichees un poco se puede ver el perfil de cualquier persona.
Para ir terminando diré que siempre he defendido una visión integradora de los diferentes sectores profesionales que existen, desde la Psicología, la Formación, la Consultoría, el Counselling, la Mediación, y como no, el Coaching; creo que hay espacio y sitio para todo aquel y aquella profesional que desde el ejercicio honesto de su profesión contribuya al desarrollo de las personas y de la sociedad en general. En un mundo marcado por los conflictos, la tiranía de la inmediatez, y el anonimato de las redes sociales yo creo que no es necesario ir contra el otro para defender el territorio.
Este es mi punto de vista, y al igual que todo este post -es una opinión personal- que defiendo en público y en privado.
En base a mi discreción personal podría contar muchas anécdotas y sucesos ocurridos con “personajes públicos” que por delante muestran una cara, y por detrás otra, a algunos de ellos los he contratado, y a otros ni los he contratado ni lo haré nunca. Que decepción cuando te encuentras con personas incongruentes que se suben al escenario a contarte una historia de la que se olvidan en cuanto bajan de ella … que la vamos a hacer … “C’est la vie”.
Después están aquellos que se dedicaron por un tiempo al Coaching, y después reniegan y despotrican del mismo, sí, haberlos haylos.
Aunque quien sabe, lo mismo algún día empiezo a contar historias de algunos y algunas que son “pa´mearse y no echar ni gota”, porque aunque yo soy de esos perfiles que evitan los conflictos, también es verdad que se cansa uno se ser políticamente correcto.
Como dice el refrán “Dios mío, líbrame de las aguas mansas, que de las bravas ya me libraré yo”.
Con toda humildad y respeto seguiré promoviendo el ejercicio profesional del Coaching.
Gracias “querida amiga” por inspirarme esta reflexión. Nos vemos pronto en el camino.
Muchas gracias por tu lectura y buena suerte.
Saludos cordiales, y gracias por tu lectura.
Coach Profesional Sénior. CPS 10161 & Psicólogo Colegiado AO-10124
Formador y Mentor de Coaches.
Especializado en RRHH, desarrollo de personas y gestión del cambio.
Con una experiencia profesional de más de 20 años y más de 3000 horas de sesiones de coaching.
Más de 5000 horas de formación impartidas.
Conferenciante, formador y consultor experto en comportamiento humano, organizacional y de equipos.
Desde 2007, Gerente de COANCO
Desde 2012, Presidente de ASESCO, Asociación Española de Coaching.
Empresa pionera de coaching que desde el 2007 formamos Coaches certificados por ASESCO y se dedica a la Formación y Servicios de Coaching.
Resumiendo, realizamos procesos de Coaching Personal, Coaching Ejecutivo y Empresarial y Coaching de Equipos. ambién También hacemos Formación para empresas.
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