NO, NO, NO tengas vergüenza de pedir ayuda.

No te avergüences por contar lo que te pasa. Eres un ser humano y punto.

Ayer me llamaba un nuevo cliente para comenzar un proceso de coaching. Antes de aceptar un cliente lo primero que hago es tener una conversación con él o ella para evaluar si le puedo ayudar.

En ocasiones no me necesitan, lo que necesitan es un abogado o un asesor fiscal, por lo que mi servicio no es necesario.

Ayer, sin embargo, era diferente. Se trataba de una persona con una muy buena posición profesional, que declara que la vida en general le va bien, y en el ámbito familiar también … peeeero de vez en cuando, y por decirlo de alguna manera, pues hace cosas con las que no se siente del todo bien.

No es nada especialmente grave, y desde luego es algo que perfectamente podemos hacer tu o yo; pero que sin embargo a esta persona le afecta, y eso ha hecho que se plantee el buscar ayuda.

El asunto está en que mientras me contaba lo que le pasaba, (nada especialmente grave o o fuera de la ley) no hacía más que repetir que le daba vergüenza, y eso una y otra vez. Hasta el punto que le tuve que cortar tajantemente para explicarle que “no pasa nada”.

Lo siento, pero en eso soy bastante inflexible.

Me lo habéis oído decir, y me lo seguiréis oyendo ¡No pasa nada por pedir ayuda o mostrarse vulnerable!

Que todo el mundo tiene sus miserias, y hace lo mismo que tú y yo, y por el mismo sitio.

Todo el mundo tiene miedos similares, desvelos por los hijos, la familia, la salud, o lo que quiera que sea.

Así que por favor

NO, NO, NO tengas vergüenza de pedir ayuda, ni de contar lo que te pasa.

Eres un ser humano, hablando con otro ser humano. Y si perdemos esto, entonces verdaderamente el mundo será ira a tomar por saco.

Si alguna vez necesitas hablar con alguien que te escuche, no te juzgue y te acompañe un rato para desahogarte aquí estoy. Por eso no cobro.

Por sesiones profesionales individuales, con equipos o formaciones, cobro.

Mi mano siempre está disponible para tenderla a otra persona.